Un amigo me contaba que estaba preparando una muestra de teatro, pero que no le convencía el texto sobre el que trabajan. Esto dio lugar a una charla muy interesante respecto del lugar que ocupa el texto en el teatro. ¿Qué es más importante, el texto o el modo en que se re-presenta ese texto?
Si adoptásemos posiciones extremas, podríamos decir que un excelente texto trasciende el como y puede resistir una puesta en escena floja y hasta un pobre desempeño de director y actores. En el otro extremo podríamos afirmar que el texto no es lo importante y que lo verdaderamente artístico del hecho teatral es cómo se representa, cómo es llevado a la escena cualquier texto.
A mi me gusta pensar que el texto es a la obra teatral lo que el plano es a un edificio. Parte importante pero no todo. Es más, el texto aislado no es teatro. O en todo caso, es teatro muerto. El teatro vive en la representación y es siempre una producción colectiva, en la cual el dramaturgo tiene sólo una parte de la responsabilidad.
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