Friday, November 03, 2006

Dos formas de actuar

Hacer entrar en la representación aquello que nos pasa, las sensaciones y percepciones que vamos experimentando, es una experiencia única. Y así lo percibe también el público también. Esto forma parte de la "metodología" del teatro idiota.
Pero creo que existen dos formas bien diferentes de hacerlo. Por ejemplo, si mientras estoy diciendo un monólogo de cara al público una de las luces comienza a parpadear, puedo parar, mirar al control y hacer una seña como diciendo "Che negro, qué pasa?". Esto es claramente tomar lo que pasa pero para desenmascarar el artificio; en estos caso el público suele captar el inconveniente, entender cómo el actor improvisó y festejarlo con un aplauso o risas.
Pero también puedo tomar este estímulo (provocado por un desperfecto) y hacerlo entrar en el juego (el artificio) y desde mi personaje no negar ese parpadeo pero reaccionar sin salir del registro en el que estoy. Entonces, si estaba diciendo algo serio, dramático, al borde del llanto, puedo mirar la luz que parpadea detenerme unos segundos y entristecerme más todavía porque ese parpadeao refuerza mi sensación de desamparo, mi certeza de que el "sol está envenenado". Cuando sucede esto, el público no festeja, no aplaude, sino que duda. Se pregunta: habrá sido a propósito? Será parte de la obra?
En Amaltrico, esto sucede. Y creo yo que debería profundizarse más todavía. Cuando "la madre" escucha que alguien en el público exclama (en un párrafo inaudible de "el novio"): "qué dijo!" , ella puede hacer entrar en el juego eso que escuchó (que todos escucharon) y acercándose al novio decirle: "Qué decís hijo? no te endiendo!".

No comments: