Sunday, March 25, 2007

I MAX no puede

Cuando decimos hacer "Entre la lujuria y la pereza" quisimos aprovechar el espacio al máximo. Elegimos una vieja casa del barrio de Once y el público al entrar se encontraba con un patio donde sonaban unos tangos y donde podían charlar y tomar un vaso de vino. Poco a poco iban ingresando en la sala que era el living de la casa de Antonio y Pancha (personajes de la obra) y allí eran espectadores (intrusos) en la casa de esta gente. Me hubiera gustado también que el público pudiese curiosear por la casa, que pudiesen moverse a diferentes lugares, pero no supimos cómo resolver eso y recurrimos a las butacas dispuestas del modo tradicional.
De todos modos, lo cierto es que las posibilidades que da el espacio son muy amplias y esto nos permite rodear al espectador de diferentes estímulos. Podemos inundar la sala de olores y sonidos, podemos hablar en la habitación contigua o aparecer de golpe por donde el público no nos espera. Podemos entrar y salir, etc.etc. Y no hablo de violentar al público haciéndolo participar al estilo del café concert de los '70. Sino de estimular sus sentidos, rodearlo, sumergirlo en la escena pero de un modo sensorial, sin hacerlo hablar.
En este sentido, el teatro nos brinda posibilidades que no tienen ni el cine ni la TV, ni siquiera I MAX. Hecho vivo en tiempo real y utilizando el espacio de un modo total.

No comments: